Quizá tenga que dejar de juzgar a los demás y de esperar o creer que tienen que cambiar sus conductas, forma de pensar o hacer. Quizá no necesariamente lo que sucede está mal o es incorrecto, mas allá de que al verlo me parezca lo contrario.
Quizá sea más saludable confiar en que todo sucede por un bien mayor, hasta los hechos más aberrantes e injustos. Tal vez cada uno tiene una misión y muchas veces ésta permanece oculta por mucho tiempo, hasta que decidimos buscarla dentro nuestro.
Será entonces que debemos conformarnos con que el camino está marcado para todos y no hay libertad para decidir qué rumbo queremos tomar? Creo que la respuesta es si y no.
SI, porque cada uno trae una misión consigo, un destino que tarde o temprano tendrá que aceptar. Un conjunto de dones a despertar y utilizar en favor del universo + un conjunto de aprendizajes a incorporar en el trayecto.
NO, porque tenemos la libertad de no oír este mensaje que llega desde nuestro interior. Es decir, podemos elegir no profundizar para encontrar esos dones, no educar nuestros sentidos para identificar las señales que nos marcan el camino, no extraer las enseñanzas que se nos ponen en frente una y otra vez y no entregarnos a la voluntad del universo aceptando que todo es por algo. La decisión es siempre nuestra, a cada paso tenemos la opción de tomar ese camino o de buscar el atajo.
Debemos torcer el curso de la historia? Debemos cambiar las cosas? Debemos cambiar a la gente? Debemos evitar tragedias o asistir a las víctimas? Debemos denunciar injusticias y exponer a los causantes de las mismas? Debemos unirnos a grupos que apoyo al bien común? Debemos …. Sólo nuestra voz interior nos lo dirá.
En la medida que nuestras elecciones estén orientadas a lograr un determinado impacto en los demás, por más bien intencionadas que sean, traen aparejada una creencia de superioridad y por lo tanto, no responden a lo que nuestro ser y Dios esperan de nosotros. Por qué los demás deben cambiar? No será que están cumpliendo su misión, aunque nuestra lógica no lo comprenda? El entendimiento no llegará desde nuestro intelecto, sino desde nuestro sentir más profundo.
En la medida que nuestras elecciones y acciones respondan a este sentir, se orienten a volcar esa energía interna que busca expandirse, sin esperar NADA a cambio, sólo ahí estaremos en el camino correcto.