¿QUÉ SIGNIFICA PARA MÍ «SANACIÓN»? | Reflexiones

Que la sanación no es curar síntomas, ya lo sabemos, tapamos los síntomas de una enfermedad y termina saltando por otro lado. La sanación es mucho más profunda.

Pero, ¿qué implica realmente la palabra «SANACIÓN»? En lo particular, desde que tomé contacto con esta palabra he estado tratando de comprender el significado que se le da en general y lo que significa para mí. Por momentos, fue una palabra que me hizo muuuuucho ruido, que necesité vivenciar, transitar y comprender, porque por alguna razón no me terminaba de convencer.

¿Podemos decir que estamos sanos? O, por el contrario, ¿podemos decir que No estamos sanos? ¿Qué significa No estar sano…estar enfermo? ¿Realmente hay algo que esté “mal” dentro nuestro?

El panorama se empezó a aclarar cuando asocié las palabras SANACIÓN y EQUILIBRIO, cuando experimenté la sensación de calma en cada nuevo estado de equilibrio, a la vez que el cuerpo dejaba de gritar y surgía la alegría por todo lo aprendido a lo largo del proceso transitado para llegar hasta allí.

Sanación es para mí ARMONÍA entre todas las dimensiones que nos componen. Armonía entre lo que creo, lo que pienso, lo que siento y lo que hago. Entre mis energías femenina y masculina, entre el adentro y el afuera, entre mis deseos y las opciones disponibles, entre tu espacio y el mío, entre los diferentes roles que ocupo… ufff, cuantas cosas!

La experiencia, más que los libros, me enseñó también que la búsqueda de sanar completamente puede ser abrumadora, pero si la tomamos como norte vivenciando cada paso conscientemente, nos guía y nos permite ordenarnos.

Llegar al equilibrio en cada uno de los aspectos de nuestra vida ES UN PROCESO, un paso a paso que tiene avances y retrocesos, muchas veces caminando a oscuras, y muchas a prueba y error. Por momentos, hay que entrar en zonas desconocidas con gran valentía y otras veces descansamos y festejamos las victorias alcanzadas.

Hasta hace un tiempo asociaba el proceso de búsqueda del equilibrio con la imagen del péndulo, observando cómo nos vamos moviendo de extremo a extremo con el impulso de la inercia, para conocer diferentes puntos de una misma línea hasta encontrar el punto medio. Pero, si agregamos DIMENSIONES, podemos comprender más profundamente el proceso como si fuera una espiral. Giramos en círculo alrededor de un mismo aspecto, mirándolo desde diferentes ángulos e incorporando en el camino sucesivos aprendizajes que nos permiten profundizar hasta llegar al centro. Vamos acercándonos al equilibrio a medida que giramos y profundizamos, y cuando llegamos ya no somos los mismos, el aprendizaje nos ha abierto una nueva dimensión, nos ha permitido saltar a un NUEVO NIVEL DE CONSCIENCIA.

¿Es doloroso? Por momentos sí. ¿Es incómodo? ¡Claro que sí! La experiencia cotidiana, que a veces rechazamos tanto por ser dolorosa o incomprensible, nos permite ir tomando contacto con diferentes perspectivas de un mismo aspecto (por ejemplo, celos-indiferencia como extremos de un mismo tema), a la vez que vamos deshojando las capas que esconden en su centro el verdadero sentido de la experiencia: un nuevo aprendizaje sobre el AMOR. Uno a uno vamos vivenciando cada paso, soltando estructuras y aprendiendo, avanzando en círculos sobre el espiral hacia el centro, nutriéndonos sucesivamente de más compasión y empatía, más respeto, más calma, más presencia, más confianza en estar sostenidos… en suma, más AMOR. Cada nueva espiral nos enseña una nueva cara del Amor.

Nada está mal dentro nuestro. Nada está enfermo. Nada está fuera de lugar ni debería ser diferente. Lo que hay es un camino trazado para cada persona de manera singular y única, un conjunto de espirales esperando ser transitadas para comprender y vivenciar lo que significa realmente el AMOR, el amor ilimitado e incondicional.

Es tiempo de transitar nuestras espirales personales con consciencia. Es tiempo de apropiarse cada uno de sus procesos y vivenciarlos con intensidad, respetando los procesos del resto y enriqueciéndonos mutuamente. Es tiempo de SANAR, es tiempo de VOLVER AL EQUILIBRIO.