ESPIRITUALIDAD Y CONSCIENCIA | Reflexiones

Hay quienes cuentan con una profunda conexión espiritual, pero no son conscientes de ello. No llevan banderas ni amuletos, no hacen rituales ni buscan sanación, no piensan en dioses ni dicen tener guías de otros planos.
 
Su gran virtud es permanecer en estado de vigilancia, presentes en lo que ocurre, con metas claras y la intención puesta en lo que desean. Están afianzados en la sabiduría que trae la incertidumbre y aprovechan las oportunidades que se esconden en cada nuevo problema.
 
Cuando llega el momento de actuar, su parte masculina pone la semilla y su parte femenina la llena de energía creativa y la cobija con amor. De esta danza equilibrada entre sus energías, nace lo original y único de sus creaciones, cuya ostentación se encuentra vedada por la inmensa humildad que los acompaña. La fe en sus obras les permite experimentar un estado de felicidad incluso antes de concretarlas.
 
Cuando vienen tormentas de destrucción se llenan de ira al igual que cualquiera, pero logran contenerla bañándola de compasión, gracias a su infinita capacidad de perdonar a otros y a sí mismos.
 
Saben que su postura ante la vida lo cambia todo, pero no saben que esa postura los hace espirituales.