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COMPARTIR BIENESTAR 2020 – DÍA 19

Bienvenidos

Hoy nos adentramos de lleno en el tema de la Dualidad, las dos caras de la misma moneda, la luz y la oscuridad, los opuestos complementarios, el yin y el yang, el cielo y la tierra, el bien y el mal, lo femenino y lo masculino…temas que ya veníamos tocando sutilmente. Y nosotros como vehículo entre estas polaridades, tratando de comprender cuál es la función de cada una de ellas, de encontrar un sano equilibrio, el punto medio entre la resistencia y el apego.

Sólo la experiencia en carne propia nos hace comprender realmente cómo funciona. Y es que para eso encarnamos, ¿no? Para traer el cielo a la tierra, para integrar los opuestos. Bajamos a la densidad (la oscuridad) olvidándonos por completo de la luz de la cual venimos, para transitar el proceso de aprendizaje que nos lleve nuevamente a la luz, con un mayor nivel de consciencia. Y en el medio…la vida.

Necesitamos comprender este proceso para quitarle dramatismo a lo que nos sucede a diario, entender que todo es necesario y que nuestro rol es ser vehículos entre la luz y la oscuridad, uniéndolas, integrándolas y manifestando así nuestra verdadera esencia. Vamos de la oscuridad a la luz muchas veces a lo largo de nuestra vida, alcanzando luego de cada ciclo una visión más abarcativa, más amorosa, más iluminada.

En este sentido va el material que les comparto. Por un lado, un texto sencillo sobre la dualidad que incluye una intervención mía. Y por el otro, una aplicación interesante del concepto de dualidad que nos trae Osho en este enlace: el instinto como lo oscuro/denso/natural, la intuición como la luz/lo sutil/lo espiritual y en el medio el intelecto. ¿Qué vamos a hacer con nuestro intelecto?

Como dijo mi hijo hoy: “Bienvenidos a la cuerda”. Somos esa cuerda que une la luz y la oscuridad, dejemos de tirar y aprendamos a usarla para unir.

Namasté, Marilín.

 

 

LA DUALIDAD

 

DOS CARAS DE LA MONEDA

Dolor y placer, salud y enfermedad, buena y mala suerte y amor y odio, todo es parte de la dualidad de la vida. Queremos una cara de la moneda, siempre sentirnos felices, y a pesar de todos nuestros esfuerzos, nunca ha habido nadie en este planeta que haya tenido la experiencia de tener sólo buenos y felices tiempos. No tiene sentido tratar de evitar la dualidad.

La liberación viene cuando se comprende que la dualidad es hermosa porque es la única forma en que puede ocurrir la historia completa.

Cuando el yin y el yang son abrazados, hay paz interior. Hay una comprensión de que acumulas todo tipo de experiencias como actor; a veces divertidas, a veces menos divertidas, a veces emocionantes, y a veces aburridas. Cuando está presente esta comprensión, se ve que todo es precisamente como es, y como debería estar ocurriendo en el momento; sin resistencia, sin frustración, sin dependencia y sin miedos irracionales. Hay paz interior y la experiencia de la vida deja de ser una carga. Uno se siente como si le hubieran quitado un peso de encima. Por eso se utiliza la palabra iluminación (enlightenment = lighten = aligerar).

PAUL SMIT: “Iluminación para Gente Perezosa”

 

En la oscuridad de la tierra, yace la semilla quieta, fría, silenciosa

La semilla espera sin esperar, sin preguntas ni expectativas, solo siendo

Porque descansa en el proceso, en sus recursos, sabiéndose sostenida

Y mientras tanto se acurruca, respira y se ama

Se observa como parte de la tierra que la abraza

En fuego crece en su interior, a la par del frío que la rodea

Sus fibras sienten la ebullición, rodeadas de tanta quietud

El grito se eleva en lo profundo, en medio de un silencio ensordecedor

Y en el momento exacto y desconocido, la cáscara se rompe

La luz toca la oscuridad y la integración se manifiesta

Y ocurre el milagro, nace el primer tallo

Y del tallo las ramas, las hojas y las flores

Para luego

Volver a empezar

MARILÍN ZIJLSTRA